De las Bodas de Oro a las Bodas Eternas

"En la vida y en la muerte somos del Señor"

La Madre Mercedes del Corazón de Jesús (Labrador Gómez) nació en Valencia España, el 12 de Abril de 1937. Sus Padres Orencio Labrador y Asunción Gómez.
Llegó a Venezuela en 1955. Ingresó al convento de Caracas, en el Paraíso, el día de Cristo Rey, 26 de octubre de 1957.
Vistió el Hábito el 27 abril de 1958. Hizo su profesión Simple: el 28 de Abril de 1959. Y su profesión Solemne el 28 Abril de 1962.

Fue enviada como fundadora al Carmelo de Mérida en 1962. donde vivió,  como  una mujer consagrada, en radical entrega.  De gran fortaleza, que no se arredra ante las dificultades sino más bien crece y persevera en la lucha por superarlas. Entregada en sus deberes, como Priora, Maestra de Novicias, Sacristana, Enfermera, etc. Siempre activa, atenta para socorrer o atender a los demás, a quien la necesitara o a quien buscara su consejo, su ayuda; la ví pasar noches enteras junto a las hermanas enfermas y luego asumía las labores comunitarias con toda naturalidad.

Felicidades

Queremos desearles una Feliz Solemnidad de nuestra Madre y Hermana la Virgen del Carmen, a toda la Familia del Carmelo (Frailes, Monjas y Seglares), nuestros familiares, amigos y conocidos, que ella los proteja con su manto maternal y les alcance las gracias que más necesitan para seguir cada día caminando hacia la felicidad plena.

«MARÍA, REINA Y HERMOSURA DEL CARMELO, RUEGA POR NOSOTROS»

También los invitamos a que puedan orar por nosotros el día de hoy que estaremos Fr. Albert de Cristo y un servidor Fr. Jonathan de la Madre de Dios, renovando nuestros Votos en la Parroquia El Carmelo, en Guatemala, a las 7 pm (Hora de Centroamerica - 8.30 pm Ven).

FELICIDADES A TOD@S

Encuentro Sobre Mística

¡Tiempo de Gracia!

Queridos hermanos y hermanas en Cristo y el Carmelo, que la gracia de nuestro Señor Jesucristo reine en sus corazones.

Con mucha alegría les deseo compartir un poco nuestra experiencia estas últimas semanas en las cuales hemos podido vivir de cara a Aquel que nos ha llamado, contemplando las maravillas de su obra creadora, así como también el poder experimentar cómo su gracia actúa en los corazones de aquellos a quienes ha llamado a vivir cada día en obsequio suyo.