Queridos hermanos y hermanas de la Delegación,
Durante estos 20 días pasados, mientras el país vibra en medio de un agitado ambiente de campaña electoral, entre calles repletas de autobuses y concentraciones apresuradas para inaugurar obras públicas. Entre el tumulto de la cobertura noticiosa y con la gran expectativa que significan estas elecciones para nuestro País, nuestra Orden en Venezuela ha vivido un momento relevante de nuestro caminar como Delegación. La visita Pastoral General que se hace cada 6 años. Realizada por el P. Fr. Marcos Juchem Junior Definidor General para América Latina.
Así como este proceso electoral significa el cierre de una etapa de la vida de la Nación, pienso que esta misma sensación se ve aumentada por cuanto ésta Visita Pastoral significa, en gran medida, el cierre de una etapa y el inicio de una nueva en la Vida de nuestra Delegación. Una nueva etapa marcada por una invitación a profundizar en nuestro carisma, en nuestro ser de comunidades teresianas fraternas y orantes, llamadas a la comunión y al servicio; a dar testimonio con nuestra vida y al reto de caminar con propios pies la vocación que se nos ha regalado, y expresar de esta manera nuestra madurez como circunscripción.
Durante toda la visita y en nuestra Asamblea prevaleció el diálogo profundo, en paz y sincero. Tratando de llegar con paz y profundidad a escuchar la voz del Señor para obedecerle. Esta escucha y este discernimiento nos revelan la necesidad de concretar pasos de restructuración de vida interior y de estructuras exteriores. Hacemos de su conocimiento varios de estos pasos para que nos acompañen con su oración y solidaridad.
La primera gran decisión que se tomó es el traslado de la teología para nuestra casa de Barquisimeto, cómo expresión de madurez de nuestra circunscripción y de merecer nuestra pervivencia como Delegación General. Esto significa la constitución de una nueva comunidad formativa en Barquisimeto conformada por el P. Alonso García, quien ejercerá de superior y formador, el diácono Franklin Morales y el P. José Ramón Castañeda. Así mismo esta casa acogerá a los aspirantes que recién ingresan en la Orden. De esta manera las comunidades de Mérida y Barquisimeto conformarán el corazón formativo de la Delegación en esta nueva etapa.
En base a esta decisión comienza una serie de cambios y mudanzas en las comunidades en vistas a constituir comunidades de tres frailes. Entre estos cambios debemos estudiar las opciones que tenemos para nuestra casa de Potrero, algo que siempre resulta complejo como hemos podido ver en las experiencias anteriores. Actualmente estamos en conversaciones con diversas personas e instituciones, les pedimos nos acompañen en su oración para hacer el mejor discernimiento posible. Confiamos que con el apoyo de toda la familia del Carmelo en Venezuela podremos encontrar una solución satisfactoria e incluso explorar nuevos caminos para expresar la madurez de las diversas realidades de nuestra Orden.
Con estas breves líneas he querido compartir con la gran familia del Carmelo en Venezuela algo de lo vivido durante estos preciosos días, y expresar nuestra gratitud pública al querido P Marcos quien con tanta dedicación y fraternidad ha apoyado eficazmente nuestro camino como Delegación General durante estos días. Dios lo bendiga.
Pido al Señor la multitud de sus bendiciones para cada uno de los que hacemos vida en esta Delegación y que la presencia amorosa de la Madre de Dios, Nuestra Señora del Rosario interceda por nuestra Patria en los venideros comicios electorales, a fin de que prevalezcan la justicia y la verdad, el respeto y la paz, y la fraternidad y la reconciliación entre los venezolanos.
Fraternalmente
Fr. Daniel Rodríguez ocd
Delegado.