viernes, 10 de mayo de 2013

La Palabra de Teresa, en el Filosofado de Mérida

En comunión con toda la Orden y desde nuestra comunidad del Filosofado,  queremos compartir lo que ha significado la lectura de los Escritos de Nuestra Santa Madre, Teresa de Jesús, como un verdadero itinerario de encuentro y profundización  de nuestra fe, iluminando nuestro camino vocacional

 Como saben, nuestra Comunidad del Filosofado, se encuentra en nuestro Convento de Mérida, bajo el patronazgo de la propia Santa Teresa de Jesús. Aquí la comunidad formativa acompaña a los postulantes en sus estudios filosóficos que comprenden 3 años de su proceso formativo; y que conjuga los retos e inquietudes propios de la reflexión filosófica junto con los elementos constitutivos de nuestra espiritualidad y vocación eclesial.


 Al vivir los encuentros comunitarios para la lectura de las obras de Teresa, nos encontramos con el reto de sintonizar con su experiencia para poder compartir un hablar pertinente del Dios que íbamos descubriendo junto con Ella. E hicimos experiencia de la vigencia de su palabra y testimonio que nos ilumina más en el ser que en el quehacer. Descubrimos, desde las resonancias de la filosofía medieval, que ella toca los temas relevantes del quehacer antropológico-filosófico sin ser filósofa; planteándonos la primacía de la persona humana y su vocación trascendente, descubierta por el “Castillo Interior”. Nos invita a revalorizar la dinámica de la relación con Dios en clave de amistad viviendo “desde dentro”.

 Ella nos fue acompañando a conocer la realidad del mundo y nuestra realidad personal, situándonos en un contexto, desde lo pequeño y cotidiano,  y replanteándonos las grandes preguntas que brotan de nuestro momento vocacional en la etapa de filosofía:

  • El por qué fundamental de las cosas
  • Pasar de una lectura superficial a una lectura atenta y comprensiva desde la experiencia personal y comunitaria.
  • Identificar el ser infinito con el Dios que se nos muestra como el que es “muy Amigo de amigos”
  • Partir del conocimiento de uno mismo en la confianza de que le pertenecemos como “siervos del amor”

Y encontramos en nuestra exigente y apretada realidad comunitaria, así como en la realidad nacional, la necesidad de tener un discernimiento de fe que con la conciencia de Cristo como centro de nuestra comunidad y como la fuerza que nos exige transparentar su presencia a través de relaciones que se conviertan en servicio para aquellos que necesitan y claman por una palabra cualificada a la luz de la experiencia teresiana, fruto de la lectura-comprensión-proyección

Compartimos que Teresa, igual que la filosofía, nos hace madurar, purificando nuestra fe y planteándonos  el cimentar nuestras vidas en las virtudes que junto con ella descubrimos: las virtudes teresianas desde el humanismo y cristocentrismo.

 Santa Teresa de Jesús sugiere caminos como respuestas a todas las inquietudes que plantea la filosofía (medieval y antigua) a través de sus símbolos y el encuentro con el Ser que la amó primero.

Desde aquí asumimos la gran Misión de la familia teresiana como el darla a conocer a través de su Magisterio y escritos que nos abren a la experiencia de vivir con esperanza, “poniendo los ojos en el Crucificado” y aceptando la Cruz que nos toque llevar, la de cada día y que se evidencia en la vida de interioridad del Carmelita.

Nuestra relación de amistad con Jesús nos permitirá el recibir-entender-comunicar lo que vivió Teresa haciéndolo invitación para otros, en los nuevos signos que vivimos como Orden, Iglesia y sociedad.

 Hacer este camino de sintonizar de la mejor manera posible, con la experiencia teresiana, guiados por el Espíritu,  y compartiéndolo con las personas que hacen vida desde y con nuestra comunidad, nos parece el mejor servicio eclesial y social que podemos prestar en esta comunidad cambiante de nuestro filosofado.

Cómo proyección esbozamos la necesidad de dar a conocer a Teresa desde los espacios que tenemos para la Pastoral de la Espiritualidad y la catequesis, así como el vivirlo en el testimonio fraterno con la familia carmelitana en Mérida (Monjas Carmelitas Descalzas, Carmelo Seglar, Amigos del Carmelo e interesados). Y creemos que debemos dar pasos para hacer presente su Mensaje y Magisterio en los Medios de comunicación Social de la ciudad, y compartir en Jornadas de Espiritualidad, bebiendo y compartiendo de nuestro propio pozo.

 Agradeciéndoles la comunión, pedimos a Dios que esta etapa de la Formación inicial pueda seguir leyendo los signos que nos tocan vivir y ser sujetos de esta historia donde compartimos “el futuro de nuestro pasado”.