El pasado 3 de Octubre el muy querido padre Pepe, José Ramón Castañeda, cumplió 50 años de profesión religiosa.
El padre Pepe es uno de los primeros carmelitas Descalzos Venezolanos, al finalizar sus estudios de medicina en la Universidad de Los Andes en la ciudad de Mérida, ingresó en el Carmelo en España, realizó su noviciado en el Desierto de las Palmas, convento perteneciente a la antigua Provincia de Aragón y Valencia. Allí realizó su año canónico, profesando un 3 de octubre del año 1965.
Damos gracias a Dios, por la vida del P. Pepe y también por su testimonio como Carmelita Descalzo, hoy por hoy afirmamos que nuestro querido hermano ha sido cimiento de los que estamos hoy haciendo vida en el Carmelo venezolano. Dios le bendiga y le conceda muchos años más para seguir siendo testigos de su alegría, entrega, oración, fidelidad, servicio y preocupación constante por los demás.
Como Delegación General, en el marco de la celebración de nuestra Asamblea Extraordinaria realizada los días 16 y 17 de noviembre en nuestra Casa de Encuentro y Oración San Juan de la Cruz en Potrero de las Casas, tomamos la mañana del lunes para reunimos todos los frailes y algunos sacerdotes amigos, al igual que familiares, seglares y conocidos, para celebrar y dar gracias a Dios por los 50 años de profesión religiosa de Fray Pepe, en la Capilla del Monasterio de las Carmelitas Descalzas de Paramillo.
Luego de la Eucaristía nos trasladamos a la entrada del Monasterio, donde estaba dispuesto un toldo que cobijo a los presentes, y en el cual se encontraba un trío de aguinaldos que amenizaron el compartir. Llegada la hora del almuerzo, tuvimos la oportunidad de comer con nuestras hermanas, quienes prepararon suculentos platillos para tan grata celebración.
Gracias Señor por el don de nuestro hermano Pepe
«Para siempre, siempre, siempre»
Los Carmelitas Descalzos somos una Familia Religiosa de la Iglesia Católica que bajo el patrocinio de Nuestra Señora del Carmen y de San José, vivimos el estilo de oración y fraternidad legados por nuestra Santa Madre Teresa de Jesús y nuestro Santo Padre Juan de la Cruz, al servicio de la Iglesia de Jesucristo nuestro Señor.