que mi Amado es para mí y yo soy para mi Amado”
El día 15 de Octubre del año 2012, celebramos solemnemente la Eucaristía en honor de nuestra Madre Santa Teresa de Jesús, dentro del marco de la preparación de los 500 años de su nacimiento. Fue presidida por su Exc. Mons. Pietro Parolín, Nuncio Apostólico en Venezuela y concelebrada por los padres Enrique Parravano y Gino Pologna y con el acontecimiento gozoso de la Primera profesión de nuestra hermana Lismar de Santa Teresa Orozco Colón realizada en este día, lo cual nos puso en una sintonía de entrega incondicional al llamado de Dios.
Los cantos interpretados, armoniosamente, por las voces juveniles del Movimiento JOCARVE (Jóvenes Carmelitas de Venezuela) al que pertenecía nuestra hermana, nos hicieron vibrar, en consonancia con el carisma teresiano; el desgranar en cada uno de ellos los poemas de la Santa, nos ayudó a introducirnos en un clima de oración que propició la escucha de la Palabra y la apertura a lo que en su homilía Monseñor Parolín nos quiso invitar a vivir: “la sabiduría es lo mejor a lo que un ser humano puede aspirar. De nada vale todo el conocimiento, toda la riqueza del mundo, la fama y el poder, la salud y la belleza, si no se sabe vivir en armonía con Dios, con los demás seres humanos y con el mundo, si no se aprende a amar y servir”. Comentó sobre la relación filial de Santa Teresa con Dios e hizo énfasis en la experiencia mística de ésta: “que significa entregarse para siempre al Esposo amado”, exhortándonos a vivir con coraje y valentía, en contra de la corriente del mundo para así atrevernos a ser santos.
Entre las personas que asistieron a la celebración nos acompañaron: los padres de nuestra hermana Ramón y Yasley, su hermano Román, su prima la religiosa Sor Bienvenida del Niño Jesús, Dominica de Santa Rosa de Lima, otros familiares y amigos, además de diversas comunidades religiosas entre las cuales tienen un lugar especial las Hermanas Carmelitas de Madre Candelaria (Hnas. Lucia y Yaritza), con las que Lismar, desde muy temprana edad, se formó en el Colegio “Nuestra Señora del Carmen” de los Rosales, Caracas, donde culminó sus estudios de secundaria y a las que agradece su acompañamiento durante su búsqueda y discernimiento vocacional, que la llevaron a descubrir, junto con Sor Isabel de la Trinidad que: “ese mismo Dios que será un día su felicidad y la saciará plenamente en la gloria, se le entrega ya en este mundo. Nunca la abandona y habita dentro de su alma. Aún más, los dos son Uno. Por eso, la Carmelita está hambrienta de silencio para escuchar siempre y penetrar cada vez más en su Ser infinito. Está identificada con Aquel que es su amor. Le encuentra en todas partes y descubre su irradiación divina en todas las cosas...”
Lo que en este día celebramos, con la Profesión religiosa, es haber comprendido el reto de vivir el Evangelio, conscientes de que el Señor vino a llamar a los pecadores y no a los justos, a curar a los enfermos y no a los sanos, que auxilia al débil y al indefenso, que no se olvida de su pueblo, que quiere que nos hagamos niños y que lo que verdaderamente importa es amarnos y servirnos mutuamente.
H.H. Carmelitas Descalzas
Monasterio “Nuestra Señora del Carmen y San José”
Los Chorros- Caracas
