martes, 29 de octubre de 2013

Bienvenida Santa Teresita

Queridos hermanos comparto con todos la alegría de la llegada de las reliquias de Santa Teresita del Niño Jesús a Venezuela.

Primero que todo deseo decir en nombre de la Orden de los Carmelitas Descalzos un gracias inmensas, a todos los que han hecho posible este acontecimiento de gracia en Venezuela. Por lo demás único en la historia de nuestra Nación. Pero más que hacer una acción de gracias protocolar, quisiera testimoniar la fuerza que está moviendo a tantos corazones y tantas personas en el trabajo ingente que significa el despliegue logístico de esta visita. El personal de Iberia que se ha portado tan consecuente con esta iniciativa. El personal del Aeropuerto Internacional de Maiquetia que han brindado un incansable apoyo y una cálida hospitalidad a todos los participantes del acto protocolar de bienvenida de las Reliquias de Santa Teresita. Al personal obrero, administrativo y directivo, del complejo mundo de las aduanas que han prestado toda su colaboración para poder dar la bienvenida a las reliquias de Santa Teresita. A los cuerpos de seguridad del estado. A los comunicadores sociales que se hicieron presente. A los hermanos de la Diócesis de Falcón que facilitaron con gran esfuerzo el transporte de las reliquias. También a los hermanos de la Parroquia San José Obrero, a Mons Oswaldo Azuaje y Mons. Jesús Gonzalez de Zárate que celeblararon la Solemne misa inaugural de la peregrinación de las Reliquias.

Una breve reseña de lo que se hizo. Las reliquias se colocaron en el vehículo especial de la diócesis de Falcón en la rampa de llegada del Avión de Iberia. Luego se dirigió con una comitiva oficial hasta la entrada del Aeropuerto contigua a la Capilla. Allí se realizó el acto protocolar con la presencia del frailes y monjas de las varias ramas del Carmelo,  autoridades del Aeropuerto y la tripulación de Iberia. Luego de la introducción por parte de la directora de protocolo del aeropuerto internacional Lic. Maribel Salas,  representantes de las Ordenes y Mons. Oswaldo Azuaje dieron unas palabras de bienvenida a las reliquias. Seguidamente se bendijo ocho rosas blancas que simbolizan las 8 estrellas de la bandera, como signo que ahora Santa Teresita peregrina en Venezuela. Luego de esto partimos en una caravana oficial escoltados por dos motos de la policía de Libertador, a través de la ruta hasta la parroquia San José Obrero de Gato Negro. Llegados a la Parroquia una nutrida asistencia, participó de la misa solemne de inauguración de la peregrinación de las reliquias por Venezuela, presidida por Mons. Jesús Gonzáles de Zárate, con Mons. Oswaldo Azuaje. Posterior a esto diversos grupos de la parroquia se turnaron haciendo vigilias y momentos de encuentro con el Señor a través de las Reliquias de la Santica.

Sin duda, Teresita es como la obrera del Señor que viene a la mies, es decir a cosechar lo mejor de cada corazón. A mostrarnos la Confianza en Dios y la fraternidad que nos une.  A mostrar el poder de la fe. Ante las reliquias se repite la frase, "parece increible", "todavía no me lo creo", "es como si estuviera soñando". Así es, un sueño hecho realidad, Santa Teresita del Niño Jesús, la patrona universal de las misiones, la doctora mas joven de la Iglesia, está en Venezuela derramando lluvia de bendiciones sobre todos los que veneran sus reliquias. Se percibe la fuerza de cada episodio del encuentro con las reliquias. Ojos llorosos, conmoción del corazón, rostros resplandecientes de alegría y admiración, miradas transfiguradas; y sobre todo una paz signo de que se está cerca de algo que sabe a cielo.

El medio de estas expresiones resplandece el mensaje a la Iglesia de hoy; ser santo no es un lujo, es el camino a la verdadera felicidad; y es posible si amamos de corazón y con obras a los prójimos. Y que no tenemos que esperar a las  grandes obras, sino que en cada pequeña obra hecha con amor se va a abriendo este caminito nuevo descubierto por esta insigne hija de Santa Teresa. Bienvenida Santa Teresita a Venezuela. Siéntete como en casa, e intercede por todos nosotros ante el Señor.

Fr. Daniel
Delegado General